viernes, 30 de noviembre de 2007

El amor y la locura.

Cuentan que una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre. Cuando el aburrimiento bostezaba por tercera vez, la locura como siempre tan loca propuso: “Vamos a jugar a los escondidos”. La intriga levantó el ceño extrañada y la curiosidad sin poder contenerse preguntó:
¿A los escondidos? ¿Y eso cómo es?
Es un juego, explicó la locura, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden, y cuando ya haya terminado de contar, el primero de ustedes que yo encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego. El entusiasmo bailó secundado por la euforia y la alegría dio tantos saltos que terminó de convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse. ¿Para qué? Si al final siempre la hallaban, y la soberbia pensó que era un juego muy tonto, en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella, y la cobardía prefirió no arriesgarse.
Uno, dos y tres, empezó a contar la locura.
La primera en esconderse fue la pereza que como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La fe subió al cielo y la envidia se encontró tras la sombra del triunfo, quien por su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que encontraba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que si un lago cristalino para la belleza; que si la hendija de un árbol: perfecto para la timidez; que si el vuelo de una mariposa: lo mejor para la voluptuosidad, que si una ráfaga de viento: magnífico para la libertad, y así terminó en ocultarse en un rayito de sol.
El egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo, pero solo para el. La mentira se escondió en el fondo de los océanos, mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris, y la pasión y el deseo en el cuarto de los volcanes. El olvido, se me olvidó donde se escondió, pero, eso no es lo importante, Cuando la locura estaba contando 999.999, el amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado, hasta que al fin divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
Un millón contó la locura y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la pereza solo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la fe discutiendo con Dios sobre zoología y a la pasión y el deseo las sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la envidia, y claro, pudo deducir donde estaba el triunfo. El egoísmo no tuvo ni que buscarlo, el solito salió de su escondite, resultó ser un nido de avispas.
De tanto caminar, sintió sed y al acercarse al lago descubrió la belleza, y con la duda resultó todavía más fácil, la encontró sentada cerca sin decidir aun de que lado esconderse.
Así fue encontando a todos. El talento, entre la hierba fresca, a la angustia, en una oscura cueva, a la mentira, detrás del arco iris, mentira si estaba en el fondo de los océanos, y hasta encontró al olvido, ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos.Pero solo el amor no aparecía por ningún sitio. La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en las cimas de las montañas, y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto, un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido los ojos del amor. La locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo, Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a los escondidos en la tierra: El amor es ciego y la locura siempre lo acompaña.



  • y quien no concibe el amor con una pizca de locura??, yo por lo menos no concibo el amor de otra manera..y sobre todo, el amor es ciego.Nunca sabemos de quien nos vamos a enamorar, y sobre todo no sabemos de que, de la inteligencia de la otra persona, o de su gracia,o de su seriedad..eso de los prototipos me parece absurdo, porque realmente cuando llega el amor, le da igual si es alto o bajo, gordo o flaco,moreno o rubio,llega sin avisar...y entonces es cuando empiezas a verlo todo diferente, esas risas sin saber porque cuando le ves, esos nervios cuando ves que se acerca, esas ganas de hablar de el, de lo guapo que es, de lo simpatico que es, de lo educado que es...como echo de menos,eso. Esa sensación casi de ingravidez, de que vuelves a tener la energía de una chiquilla,y sobre todo la mirada de una niña..volver a la adolescencia con cada nuevo amor, que bonito es eso,no? y yo lo echo mucho de menos.Tengo ganas de volver a enamorarme y de sentir esas sensaciones que solo, solo puede dar el amor..cuando volverá a llegar?, no lo se, pero de lo que si estoy realmente segura es que ya nunca me conformaré con alguien que no me llene y que no me trate como me merezco como una reina. que es como nos merecemos todas que nos traten.Se acabó el dar para recibir un beso. El callar para recibir un abrazo. El dejarse pisotear para que el se sienta mas macho..se acabó.SE ACABÓ.
  • como dice el cuento....el amor y la locura...volvamonos un poquito locos cuando amamemos,dejemonos llevar por la lujuria y la pasión,vivamos ese amor al cien por cien...sin miedo a nada...las despedidas,si tienen que venir, ya la superaremos, a que si?

4 comentarios:

JIME dijo...

Hola! No! No lei todo de Bucay, pero me gusta! y mucho!
Itzara, nos tendriamos que encontrar en el msn... asi charlamos... queres?
Besos

JIME dijo...

Che! me estaba fijando y somos del mismo signo... sera por eso la locura??
A mi me gusta mi locura! La disfruto...
Vos?

JIME dijo...

HEY!!! ITZARA!!! Andás perdida??? Todo bien??
Saludos!

JIME dijo...

Hola! un mensajito?? no entendi!